Porfirio Zabala Guzmán, de
contextura gruesa, alto y de ojos verdes,
luchador y visionario, amante de su oficio. Este empresario briceñita de
extracción campesina, aprendió arreglando las monturas de los caballos de su
finca y viendo como trabajaban otras personas.
La talabartería que llega de la mano de este hombre nacido y
criado en esta tierra, en
la vereda de Chiri, del municipio de Briceño.
“Me
gustaba desde niño, inclusive aquí en Briceño hace por ahí, tal vez 40 años
entre a una talabartería y le dije a un señor que me enseñara y me dijo que eso
no se enseñaba que eso se aprendía y eso me marco y por eso debido a eso, fue
que aprendí solo porque nadie me enseño”.
Porfirio
además de su oficio también conoce otros oficios como son los quehaceres del
campo, también Don Porfirio en su niñez fue locutor.
“Cuando arranque con la emisora en Berlín, me
invito un padre Vallejo a trabajar allá, pero fue de acolito y de ahí me dijo
que tenía que coger la emisora porque el hermano estaba viajando y no había
quien cogiera la emisora y yo la cogí”.
Hace
algún tiempo don Porfirio participo en
un concurso que realizo la gobernación de Antioquia en Yarumal sobre personas que sobresalían en
sus regiones, Don Porfirio participo llevando una montura pequeña muy llamativa
y con esta se ganó el concurso, reconocimiento que El recuerda con mucho
cariño.
Entre
los artículos que se hacen en esta talabartería
de don Porfirio encontramos, sillas, alforjas, espuelas, aperos y por supuesta la
cubierta itangueña que como dice
Don Porfirio es la que más se vende por su fama.
Sostiene
don Porfirio que hay que luchar todos los días de sol a sol, aprender de otras personas
que nos ayudan a crecer en todo sentido, también nos dice que hay que tener el
temple para cuando nos llegan las épocas duras y difíciles para poderlas afrontar con decisión. Amar con pasión el
trabajo, ser siempre correcto y transparente en los negocios.
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